Líneas generales


Algunas consideraciones e ideas que resumen mi perspectiva respecto de la problemática de la inseguridad:

  • La inseguridad siempre existió. Desde que Caín mató a su hermano. Lo que ocurre es que la criminalidad debe tener un nivel tolerable para la sociedad. Cuando la inseguridad trepa a niveles intolerables, se desencadena un caos social en el que imperan el miedo y la “sensación de inseguridad”. 

  • La sensación de inseguridad se da cuando la sociedad percibe que la delincuencia está fuera del control del Estado. Es la angustia de sentir desamparo ante la anomia y la ausencia de protección legal a los ciudadanos. 

  • La inseguridad es un problema “callejero”. Y debe ser enfrentada como tal. La sociedad debe hacer lo que mejor hace en la Argentina: ejercer la protesta y el reclamo. La forma para mejorar la seguridad, es competencia del Estado. 

  • Al problema de la inseguridad no hay que intelectualizarlo. Los debates, las charlas, los congresos, y toda forma de tratamiento abstracto de esta problemática, de nada sirven para mejorarla. 

  • En tiempos recientes, una sola vez la sociedad incomodó duramente al Estado argentino y estuvo a punto de conmoverlo. Fue a través de las marchas “Blumberg”. Pero el reclamo feneció cuando el propio Blumberg cayó en la trampa de la política, que lo instó a proponer reformas en pos de mayor seguridad. Sus propuestas fracasaron y se le atribuyó sólo a él ese resultado. 

  • El Estado como tal, no sólo peca por omisión en la lucha contra la criminalidad. Su inoperancia potencia el delito. El Estado inerme e indiferente genera una parte de la delincuencia que asola a la sociedad. 

  • Debe entenderse al Estado como organización en sí misma. Las personas no cuentan. Se relevan en forma permanente como integrantes del Estado, sin desconocer la asepsia de muchas de ellas. 

  • Al miedo de la sociedad a la criminalidad no lo generan las noticias de los medios. El pánico aparece cuando el ciudadano es víctima del delito, cuando matan o asaltan a un vecino, un pariente. En otras palabras, cuando la víctima son él o su entorno. 

  • En la Argentina quien debe liderar la lucha contra la inseguridad es la Ciudad de Buenos Aires. Se debe empezar por la cabeza en esta Nación macrocefálica. Si eso se logra, en poco tiempo las mejoras se extenderán a todo el país. Es lo que ha ocurrido en otros países. 

  • Debemos señalar dos momentos claves en la historia de la Argentina. El primero se dio en las guerras de la Independencia, desde 1810 hasta 1818, aproximadamente. Entonces, se debió forzadamente reformular el país e inventar un Estado nuevo, que dejaba atrás al monárquico español. El otro se dará cuando la sociedad decida exterminar al Estado exhausto que hoy nos asfixia –la metamorfosis en su crecimiento lo llevó a lo que es hoy– y surja de ello un nuevo Estado moderno, social y eficiente.